Esta semana pasada nos preguntaron: ¿Qué está pasando con las mega-empresas de ciberespacio? ¿Y porqué le llaman FANG? El segmento de TecnoSalud de hoy brinda detalles de noticias y retos del sector de tecnología que quizás ayuden a poner en perspectiva la reciente caída en las valuaciones de algunas de las principales empresas del sector.
Este artículo es el texto de base para el segmento de TecnoSalud que salió al aire el 15 de febrero de 2016 en Tu Salud Financiera por TiVA TV. El texto provee más detalles que durante el programa en vivo a veces se escapan. Incluimos además el video del segmento que fue transmitido en vivo.
Esta semana las mega-empresas de tecnología como Facebook, Amazon, Netflix y Google han dado mucho de qué hablar. Como cuando se habla de una se mencionan las demás por añadidura, el comentarista financiero, Jim Cramer, las agrupó y bautizó con el acrónimo FANG. En el 2015 las FANG eran deseadas por sus crecimiento sostenido y fuerte presencia en la bolsa. En julio del año pasado estas empresas presentaban un crecimiento entre 18 y 21%. El problema y la pregunta surgen porque en el 2016, los colmillos parecen haber como grupo, perdido su filo y agarre en el mercado. Según un artículo en FORBES, la valoración en el mercado al 8 de febrero del 2016 había bajado entre 7.3 y 14.5%.
Antes de proceder quiero aclarar que en Altamnente no les brindamos recomendaciones de inversiones, eso lo dejamos a los expertos del tema, como nuestros amigos en E2 Solutions. Lo que sí podemos brindar es una perspectiva a los desarrollo recientes desde el punto de vista del sector tecnología.
El mercado informa que del grupo FANG, Facebook es la que mejor valuación ha logrado mantener, en parte porque ha logrado duplicar su flujo de efectivo en la empresa comparado con el 2013. Este aumento en dinero en caja e ingresos se debe a que la empresa, luego de años dando su servicio gratuitamente logró lanzar exitosamente su servicio de publicidad y mercadeo online convirtiéndose en una de las principales estrategias de mercadeo online. El peligro del modelo de vivir de la publicidad es que la misma moleste o desaliente al usuario. No sorprende por lo tanto que Facebook constantemente esté compartiendo noticia de la fortaleza y crecimiento de su base de usuarios, como cuando anunciaron en junio pasado que uno de cada tres usuarios de internet tenía una cuenta de Facebook. Sin quitarle mérito a esa estadística, es importante no confundir comunicaciones corporativas por información imparcial.
En otras fuentes de información se documenta que aunque Facebook crece globalmente entre adultos, se está observando una pérdida de arraigo de esta plataforma social entre la nueva generación de teenagers. Los jovenes están prefiriendo el terreno de comunicación visual. Esta tendencia ya la veían venir en Facebook, motivando seguramente la compra de Instagram y en el 2014 la compra por 2 billones de dólares de la empresa que producía las gafas de tecnología immersiva para videojuegos 3D, Oculus Rift. Promoviendo su fuerza e invirtiendo para atender los riesgos de perder terreno, Facebook parece estar bien encaminada. Pero inevitablemente, ante tanto gasto y el riesgo inherente del campo de investigación y desarrollo, lleva a que algunos inversionistas duden o vean otras tecnologías con mayor potencial de adelantarse y conquistar el terreno de comunicaciones e interacciones visuales y en 3D.
Google, también está intentando reinventarse antes de ceder el terreno. Han invertido en los carros automáticos que no requieren conductor y utilizan Google Maps para llegar al destino. Google también tiene sus gafas inteligentes y las Cardboard, que son gafas de realidad virtual para competir con Oculus Rift. En pañales, tienen además, lentes de contacto inteligentes. Pero Google se ha diversificado dramáticamente entrando a campos como generación de energía renovable con turbinas de aire, pildoras inteligentes para ayudar en el campo de salud en detección de enfermedad y su ya conocido sistema para conducir autos automáticamente. Tantos han sido los proyectos especiales que el año pasado optaron por reorganizar la empresa y creando una matriz llamada Alphabet, de la cual Google es una parte.
Netflix por su parte ha redoblado su esfuerzo en trascender su nicho de proveer videos para ser productora de series. Amazon habla de competir con el correo y quiere quitarle el lugar a Google en las búsquedas, agresivamente mercadeando su motor de búsquedas como el primero en la búsqueda de productos. Este último punto subraya otra curiosa tendencia entre las FANG. Cada una de estas empresas busca, no tan sólo diversificar sus áreas donde crean valor, pero además buscan como ingresar a los terrenos de otros e imponerse. Facebook en un momento dado ofreció email, buscando competir con gmail. Google lanzó Google+ para competir con Facebook. Amazon entró a servir video-streaming entrando al campo de Netflix. En esta marejada de incursiones, veremos movidas que se quedan y otras que desaparecen, forjando batallas corporativas.
Estos cuatro gigantes están apuntando agresivamente a diversificar sus empresas y conquistar para asegurar mantenerse vigente. Todas ellas reconocen que el mercado en el que están hoy valuadas en billones de dólares y consideradas unicornios excepcionales es volátil. Todas conocen la lista de gigantes de tecnología que ya tuvieron su momento. Al cerrar el 2015, el analista de Bloomberg, Tom Lee, advertía que las inversiones en los FANG deberían ser de corto plazo. Al parecer, los inversionistas se vieron fatigados por la anticipación de ver cuál de las nuevas apuestas de investigación y desarrollo rendirían fruto y prefirieron buscar sosiego en empresas de la vieja guardia con productos y valores más estables. Puede ser que eso sea lo que haya motivado la devaluación en estos primeros meses. Cabe resaltar que las valuaciones se afectan a veces por percepciones de la perisferia que a veces no se anticipan.
El riesgo de todos estos proyecto especiales es que se dan en un entorno muy particular, el ecosistema de Silicon Valley, donde quizás el auto que guía solo y las gafas de realidad virtual parecen ser lo próximo, pero el mundo no es una extensión natural de Silicon Valley. Silicon Valley a menudo no ve su propio contexto cultural, y confunde tener presencia alrededor del mundo con tener asegurada el despliegue de su próximo producto o servicio. Es fácil hablar de globalización cuando se considera la capacidad de enviar un email, un producto o un video alrededor del mundo. Es como llevar un caballo al agua y decir que le diste de beber. No es lo mismo. ¿Qué relevancia y acogida tendrán las gafas virtuales y el carro que guía solo cuando la infraestructura de internet alrededor del mundo no parece estar lista todavía para algo tan sencillo como servicio eléctrico que viene y se va, o broadband?
Entre inversionistas exteriores, la innovación que se idealiza en Silicon Valley quizás no convence. No dudo que veamos una más amplia gama de productos en el futuro, pero cuándo y por quién está aún por verse. Dicho esto, nada quita que en el segundo trimestre los apetitos cambien, y que la fatiga de unos se convierta en hambre de otros.
Referencias:
http://time.com/3630730/ambitious-google-projects/
http://www.bloomberg.com/news/articles/2015-12-11/tom-lee-history-says-fang-stocks-are-a-better-short-than-long-in-2016